El presupuesto es una herramienta fundamental que genera el marco de las políticas públicas a implementar, y este proyecto de ley no refleja un modelo económico de desarrollo. No hay política de crecimiento económico posible en un esquema de reducción de subsidios como estrategia de control de gastos más endeudamiento más pago de intereses de la deuda, que es el más expansivo porque supera lo destinado a universidades, vivienda, cultura y salud.
Este esquema de endeudamiento y fuerte reducción en rubros necesarios para el desarrollo social y económico es irracional.Endeudarse para financiar un déficit cada vez mayor, mientras se ajusta el gasto y se solicita a su vez autorización de este Parlamento para tomar más deuda, genera las siguientes consecuencias: no hay desarrollo ni crecimiento posible;no hay lugar para las politicas públicas activas en beneficio del interes público con criterio de justicia distributiva; se avala el déficit fiscal y un aumento feroz de la deuda pública,;
valida un esquema de ajuste y desinversión; y valida una política de libertad en las importaciones impactando negativamente en la industria nacional
Además, aprobar este proyecto de presupuesto, significa aprobar un plan de gobierno que compromete día a día la soberaniía económica de nuestro país.
Apelando a la memoria, podemos decir que durante la década del 90 el éxito de esa política la daban las ganancias de los grupos más concentrados de la Argentina, la ausencia de las corridas bursátiles y la magnitud de las inversiones especulativas de los buitres. Con la cobertura de los medios para resguardarlos, a nadie del gobierno le importaba que día a día se consolidara la pobreza, la condena de millones de argentinos a la exclusión social y el enorme e interminable endeudamiento externo.
Esta fue una práctica que pensamos que no se iba a repetir más, pues el resultado de esa política fue la división social, el desprestigio de la política y el derrumbe del país con el default de la Argentina.
Este proyecto de ley nos muestra que la verdadera discusión no es el presupuesto, que es un mero reflejo de la política que lleva el gobierno del Presidente Macri, sino el cambio de la política económica, pues la gestión gubernamental actual es una burda copia de lo que se hizo en los años 90, y el resultado no puede ser otro que volver a derrumbar a nuestro país, empobrecernos y matar a la clase política. Asimismo, esta administración, presiona a los gobernadores a cambio de apoyo y solo para darles una parte de lo que en verdad y por derecho les corresponde. Esta política no hace otra cosa que condenar de muerte al federalismo.
Este proyecto de presupuesto no hace otra cosa que mostrar el módelo económico regresivo del gobierno, que está orientado al endeudamiento: éste y los futuros presupuestos serán estrangulados por el pago de los intereses. Mientras se limita el endeudamiento provincial vía pacto fiscal , el Poder Ejecutivo Nacional no tiene límites para la toma de deuda externa. En la “era Macri” la deuda externa crece 100 millones de dólares cada 24 horas. Esto significa que se está hipotecando el futuro de los argentinos.
El proyecto conlleva ínsito el enfriamiento de la economía, el desempleo, la disminución del consumo, tarifazos en los servicios esenciales y achicamiento del poder adquisitivo. Con esta política financiera especulativa y el enfriamiento económico, se afectan todas las actividades productivas, la pequeña y mediana industria nacional, el sector agrícolo-ganadero y la economía social.
La descapitalización de nuestro Banco de la Nación Argentina en 20.000 millones de pesos también afecta el crecimiento de las pymes, los chacareros y los trabajadores.
Al descapitalizar a nuestra línea de bandera Aerolíneas Argentinas y al Banco Nación y desfinanciar la ANSES, la AFIP, y el PAMI para pagar gastos corrientes, se debilita al Estado en favor de los actores privados.
Por otra parte,la inversión en obra pública con PPP garantiza negocios rentables sin criterio federal, pues no atiende las necesidades de desarrollo de las provincias.
Este proyecto de ley de presupuesto detiene el desarrollo del sistema universitario público como sostén del complejo de ciencia y técnica,atacando la necesaria innovación productiva.
En síntesis, este presupuesto mantiene las fórmulas ya fracasadas de priorizar lo especulativo por sobre lo productivo y los poderes concentrados sobre los intereses de las mayorías.
Aprobar este proyecto de presupuesto representaría validar un modelo económico de exclusión. Nuestro compromiso con los argentinos nos impiden hacerlo.
Reitero que este presupuesto es el reflejo de una politica a la que no queremos volver. Trabajamos para mejorar la calidad de vida de cada familia y no para aprobar un proyecto que perjudique a los que menos tienen y favorezca a los mas poderosos.
Nuestra fuerza política siempre apostó y apostará a un Estado presente con una política federalista, con inclusión social, consumo y crecimiento sostenido; subsidiando a los sectores productivos para formentar la produccion y el consumo. Siempre apostaremos al crecimiento con inclusión social;por eso este presupuesto debe ser cambiado en su eje central para lograr este objetivo.
De una vez por todas debemos dar vuelta la página de la historia para no volver a cometer los errores de los 90. Asumamos la responsabilidad y el desafío de modificar la política de este gobierno y aprobar un presupuesto para aspirar, entre todos, a tener una Argentina con progreso social, donde los hijos puedan aspirar a vivir mejor que sus padres sobre la base de su esfuerzo, capacidad y trabajo