Tal vez a muchos de los aquí reunidos hoy nos cueste dimensionar la importancia que la ratificación del Acuerdo de París implica. Es un tema que reviste tal magnitud que sobrepasa con creces el ámbito para el cual habitualmente este Congreso sesiona. Estamos hablando de influir, con lo que hoy hagamos, en cada rincón de nuestro planeta durante las próximas décadas, ya que la intención de este acuerdo universal es combatir el cambio climático e impulsar medidas e inversiones para un mundo con menor emisión de gases de efecto invernadero, sostenible y apto para sobreponerse rápidamente a los desastres provocados por el clima.
El Acuerdo de París fue firmado en diciembre de 2015 y se encuentra en la ONU para que los signatarios agreguen sus respectivos instrumentos de ratificación. Entrará en vigor en el momento en que presenten sus ratificaciones 55 países que representen al menos el 55 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Por dicho motivo es esencial que la Argentina lo haga con premura. De este modo, estaremos contribuyendo a que el Acuerdo de París tenga vigencia lo antes posible.
El objetivo principal del Acuerdo de Paris es evitar que las emisiones de efecto invernadero no solo dejen de incrementarse, sino que además comiencen a reducir, buscando que el aumento de la temperatura del planeta durante el presente siglo se mantenga por debajo de los 2 grados centígrados, y que se limite su aumento por debajo de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles previos a la era industrial. Para lograr dichos objetivos el Acuerdo de París contempla determinados aspectos esenciales. Son los siguientes: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para lograr así mitigar el aumento de la temperatura global; fortalecer la capacidad de los países en su adaptación a los impactos climáticos; fortalecer la capacidad de los países para recuperarse de las pérdidas y daños ocasionados por los desastres de origen climático; establecer mecanismos de apoyo económico y financiero para los países que necesiten alcanzar los aspectos mencionados precedentemente; y crear un sistema trasparente de contabilidad y comunicación de emisiones de gases de efecto invernadero.
Resulta oportuno destacar que el Acuerdo de París, consciente de la disparidad que existe entre las naciones, contempla especialmente el apoyo que resulta indispensable brindar a los países en desarrollo, centrándose en la cooperación internacional para el uso de tecnologías seguras para el clima y el fomento y la capacitación en la lucha contra el cambio climático.
Para contribuir a lo enumerado precedentemente, la Argentina ha asumido una meta incondicional para reducir en un 15 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 mediante acciones tales como la administración sustentable de los bosques, la eficiencia energética, la implementación de energías obtenidas de fuentes renovables y energía nuclear, además de un cambio conceptual en los sistemas de transporte. Si a lo antedicho se suman el suficiente financiamiento internacional, el apoyo de otros países para la transferencia y el desarrollo de tecnologías y el apoyo para la creación de capacidades, nuestra reducción de emisiones podría llegar a duplicarse alcanzando el 30 por ciento.
En base a lo hasta aquí expuesto, no cabe duda alguna respecto de la importancia que reviste el hecho de que la Argentina ratifique el Acuerdo de París. En primer lugar, porque nuestro país no se encuentra exento de padecer los efectos negativos del clima y todo lo que se haga al respecto es positivo. En segundo lugar, porque nos veremos favorecidos gracias a los mecanismos y herramientas de apoyo económico, financiero, tecnológico y científico que se brindarán a los países en desarrollo. En tercer término, por el deber moral que todos los países del orbe deben asumir para que el futuro de las generaciones venideras no deba ser sometido a peores condiciones que las hoy reinantes en nuestro ya castigado planeta Tierra.
Por todo lo hasta aquí expuesto, manifiesto mi total apoyo a la ratificación del Acuerdo de París y solicito a los demás diputados y diputadas que hoy están en este recinto que obren de la misma manera.